TRASTORNO AFECTIVO ESTACIONAL


¿Qué es?

Para algunas personas, los cambios estacionales son sinónimo de alteraciones en el estado de ánimo que en ocasiones llegan a producir una interferencia en su vida cotidiana. Uno de estos es el Trastorno Afectivo Estacional (TAE), cuyos síntomas depresivos aparecen con la entrada del otoño, se agravan en los meses de invierno y, en muchos casos, cuando se trata del TAE, se recuperan con la llegada de la primavera. Un grupo mucho menor es el que se afecta en primavera.

El trastorno afectivo estacional se define como un tipo de depresión (de carácter leve o moderada) que ocurre en una época determinada del año, especialmente en los meses de otoño e invierno. Es un trastorno con una mayor prevalencia en mujeres y su edad de inicio es la adolescencia o principios de la edad adulta.

Síntomas

Los síntomas más característicos son de tipo depresivo, las primeras manifestaciones aparecen de forma progresiva y lenta a finales de otoño y se mantienen durante los meses de invierno. Se suele repetir de forma cíclica año tras año, estableciéndose períodos de mayor o menor intensidad.

Los síntomas característicos son:

- Desesperanza e irritabilidad.

- Aumento en el deseo de dormir.

- Sentimientos de desesperanza y pesimismo.

- Pérdida de interés en actividades que antes solían disfrutarse.

- Poca energía y capacidad para concentrarse.

- Deseos de comer (carbohidratos) y aumento de peso.

- Nerviosismo o ansiedad.

- Movimientos lentos.

- Aislamiento social.

- Pensamientos de muerte o suicidio.

Estos síntomas se presentan la mayor parte del día durante al menos dos semanas, a veces con exceso de sueño y hambre, cansancio, fatiga o irritabilidad justificados por el frío y la época del año. Para un diagnóstico se considera que en la temporada de otoño e invierno, estos síntomas se han presentado por más de dos años consecutivos y pasan con la llegada de la primavera.

Cuándo debes consultar con un médico

Si bien es normal sentir tristeza algunos días, si es persistente por dos semanas o más y nada te motiva a realizar actividades que disfrutabas anteriormente, es importante consultar con un médico, sobre todo si los hábitos de sueño y alimentación presentan cambios o si se recurre al alcohol o drogas para sentirte mejor. De existir pensamientos suicidas, es de vital importancia y urgencia consultar con un especialista.

Causas

Según los últimos estudios e investigaciones, el TAE coincide con la falta de exposición a la luz durante los meses de otoño e invierno, esto se relaciona con la producción de melatonina y serotonina, que están implicadas en la regulación de los ciclos de sueño-alerta, la energía y el estado de ánimo. Las personas sensibles a estos cambios, suelen verse afectados en estas épocas del año.

Factores de riesgo

El TAE se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres que en hombres, además de ser un trastorno que afecta más a jóvenes que a adultos mayores. Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de padecerlo son:

1. Antecedentes familiares

2. Depresión mayor o trastorno bipolar: ambas condiciones pueden empeorar según la estación del año

3. Inviernos con noches mucho más largas que los días, por la falta de exposición a la luz solar

Complicaciones

Tanto los signos como los síntomas del TAE deben tomarse con seriedad. Al igual que con otros tipos de depresión, el trastorno afectivo estacional puede empeorar y dar lugar a graves problemas si no se trata a tiempo. Algunos de estos pueden ser:

- Retraimiento social

- Problemas en la escuela o trabajo

- Abuso de sustancias

- Desarrollo de otros trastornos de salud mental, como ansiedad o trastornos de la alimentación

- Pensamientos o conductas suicidas

Prevención

Es importante no ignorar ese sentimiento que llega cada otoño o invierno, algunas recomendaciones son:

✔ Realizar ejercicio o actividades al aire libre a pesar del clima e intentar aprovechar al máximo posible las horas de luz natural.

✔ Establecer periodos de descanso suficientes y un horario regular de sueño.

✔ Llevar una dieta saludable, variada, evitando el consumo excesivo de alcohol y cafeína

✔ Permanecer atento a los signos y síntomas preliminares e intentar realizar las actividades cotidianas y mantener contacto social.

Recuerda que aunque tengas un tratamiento previamente prescrito por un especialista, no debes auto medicarte, siempre es importante consultar con tu médico para que se realicen los ajustes pertinentes en función de tu situación. Si padeces TAE, no te aísles, no tienes por qué vivirlo solo, comparte tus sentimientos con alguna persona cercana y busca ayuda. No renuncies a la posibilidad de restablecer tu salud mental.