Conclusiones

La conexión entre personas cada día es mayor, lo cual hace que el contagio emocional sea frecuente en todo momento.

Cada vez que interactuamos entre nosotros, se produce un intercambio de emociones de manera sutil e imperceptible.

La gravedad del contagio emocional es cuando mimetizamos conductas destructivas para nosotros mismos. La ansiedad además de implicar la preocupación constante que reduce la calidad de vida y afecta a las actividades diarias de la persona, puede ocasionar o empeorar otros trastornos mentales y físicos tales como el abuso de sustancias, problemas para dormir, problemas digestivos o intestinales, dolor de cabeza y dolor crónico, aislamiento social, problemas en la escuela o trabajo.